Unidad 1 - Disfagia

Lección 1.1. Disfagia

1.1.5.2 Deshidratación

La deshidratación se produce cuando se utiliza o se pierde más líquido del que se ingiere, y el cuerpo no tiene suficiente agua y otros fluidos para llevar a cabo sus funciones normales.

Como la ingesta de líquidos está restringida en la mayoría de los pacientes con disfagia, estas personas corren el riesgo de deshidratarse. Esto conlleva un aumento de los costes médicos, la morbilidad y la mortalidad. Por lo tanto, el estado de hidratación del paciente debe ser vigilado de cerca y corregido rápidamente.

La deshidratación puede provocar letargo, confusión mental y un aumento de la aspiración. Además, la deshidratación deprime el sistema inmunitario, lo que hace que el paciente sea susceptible de contraer infecciones, y también puede ser un factor de riesgo de neumonía, porque disminuye el flujo salival (lo que favorece la colonización microbiana alterada de la orofaringe). 

Otros síntomas de deshidratación son:

  • Sensación de mucha sed

  • Boca seca

  • Orinar y sudar menos de lo habitual

  • Orina de color oscuro

  • Piel seca

  • Sensación de cansancio

  • Mareos

  • Confusión

  • Desmayo

  • Latidos rápidos del corazón

  • Respiración rápida

  • Shock